lunes, 19 de marzo de 2012

ESCUELA 2.0. por Miguel Sola

publicado en Perdonen el atrevimiento http://miguelsola.blogspot.com.es/2012/03/normal.html

(...) Es el momento de aclarar una circunstancia que me parece esencial para avalar mi apoyo a la escuela 2.0: yo no soy profesor de Tecnología. Ni siquiera soy más que un usuario medio de hardware y software, hasta el punto de que estoy aprendiendo a manejarme con el blog al mismo tiempo que mis alumnos, con no pocos quebraderos de cabeza.

Imparto Didáctica General a 1º de magisterio. Los temas de los blogs que he mencionado serán inexcusablemente tópicos relacionados con el contenido formal de la Didáctica y se dedicarán por tanto a la reflexión y al posicionamiento personal acerca de asuntos como qué contenidos vale la pena enseñar en la escuela, si los objetivos educativos son una ayuda o un estorbo para la planificación de la enseñanza, qué es eso de las competencias y qué aportan, además de confusión, a la realización de actividades y tareas, sobre si se puede medir el aprendizaje (o la competencia) y qué tiene eso que ver con la evaluación educativa… Didáctica General en estado puro planteada en forma de preguntas de sentido común, en definitiva.

¿Por qué entonces este alarde de aparataje y este recurrente acudir a wikis, moodle, Twitter, Facebook, youtube, Google+, Blogger, slideshare, etc.?

sábado, 10 de marzo de 2012

LAS PIEDRAS ANGULARES DE LA LOGSE O LOS HITOS DE LA POLÉMICA por Miguel Sola


Original publicado en 2000 en "Entorno educativo", suplemento de la revista Málaga Variaciones
Han pasado diez años desde la promulgación de la LOGSE y todavía sigue suscitando la polémica. No es de extrañar: todas las reformas educativas, desde su nacimiento, están abocadas a ser objeto de controversia mientras dura el sistema educativo que ponen en marcha. Los estudios sobre el particular señalan que las reformas, puesto que son intentos de producir cambios en estructuras y en comportamientos ya asentados por el tiempo, provocan automáticamente su rechazo. Se trata de un mecanismo sencillo de oposición a todo lo que pueda significar perder un equilibrio que se ha logrado, aunque éste no sea perfecto o incluso claramente mejorable.